Estimado transportista,
Soy consciente que desde el pasado mes de marzo vivimos uno de los episodios más duros de los últimos años. Como ya hicimos saber en aquel entonces, las asociaciones pertenecientes al Comité Nacional del Transporte por Carretera consideramos que era el momento de continuar el diálogo con el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana. Aquellos que no pertenecen al sector o no han sido conscientes de lo que hemos vivido con los últimos Gobiernos, no tendrán en cuenta que durante años el Comité reclamó al entonces Ministerio de Fomento medidas clave para que nuestras empresas siguiesen adelante y, sin embargo, la respuesta siempre era la misma: nos ignoraban y nos ninguneaban.
En 2020, cuando el ministro José Luis Ábalos nos recibió obtuvimos un halo de esperanza que pronto se vio fracturada por su falta de compromiso y la amenaza de los peajes. Si bien, gracias a ese primer acuerdo con Ábalos conseguimos que la Ley de la Morosidad hoy sea una realidad y que nuestras empresas por fin puedan denunciar cuando los pagos superen los 60 días con sanciones económicas que no son insignificantes.
Después llegó la pandemia y durante el estado de alarma desde la CETM tuvimos que batallar para lograr que los conductores pudiesen trabajar en las mejores condiciones y para que nuestras empresas pudieran dar servicio a la sociedad y evitar el desabastecimiento. Por aquel entonces observamos como algo cambiaba y, por fin, tanto las Administraciones como los ciudadanos se daban cuenta de que nuestro papel era VITAL para poder seguir adelante.
Sin embargo, en 2021, cuando pasó lo peor lo peor de la pandemia, ninguna de nuestras reclamaciones veía la luz y esto llevó a las asociaciones del Comité a lanzar un órdago y convocar un paro. Eso sí, dándole al Gobierno el tiempo necesario para responder y demostrar que valoraba al sector como merecía. Nuestra intención entonces no era la poner en jaque a un país, al contrario, pero no podíamos permitir que medidas que habíamos reclamado históricamente se demorasen aún más mientras nos arruinábamos.
¿Cuál fue el resultado de los acuerdos de diciembre? La publicación del Real Decreto-ley 3/2022 que incluye la prohibición de la realización de las labores de carga y/o descarga por parte del conductor a partir del 3 de septiembre, la reducción de los tiempos de espera de dos horas a una o la obligatoriedad de la cláusula de revisión del precio del transporte por la variación del precio del combustible, entre muchas otras cuestiones, como la Ley de la Cadena Alimentaria que se acordó llevar a cabo.
Lamentablemente, todas las medidas logradas han quedado eclipsadas ante la llegada de una etapa más ardua. Con la inflación y la invasión rusa a Ucrania, los precios de los carburantes se han disparado y nuestras empresas y autónomos son consumidores intensivos de los carburantes, por lo que les afecta en mayor medida y pone en peligro su supervivencia.
En marzo, la CETM optó por la vía del diálogo para lograr medidas que ayudaran a paliar los efectos de esta crisis. Sabemos que para muchos fue difícil entender nuestra posición, pero después de todo lo que hemos andado, de las medidas que por fin han visto la luz tras años de pelea para que fueran una realidad, nuestra labor no era otra que la de seguir empujando y hacerlo unidos para defender los intereses del sector y logar soluciones de la manera más efectiva, sin causar más daño del que estamos padeciendo ya ante la situación que nos ha tocado vivir.
Finalmente, el CNTC logró un paquete de ayudas de 1.125 millones de euros, en el que se incluyeron medidas como la devolución mensual del gasóleo profesional, la actualización semanal del precio del gasóleo, las ayudas por vehículo o la bonificación de los 20 céntimos.
Desgraciadamente los precios de los combustibles siguen desorbitados y aumentan cada semana, por lo que esas herramientas ahora resultan insuficientes. Por eso, la CETM sigue apostando por la vía del diálogo. Todo el país está sufriendo, han subido los carburantes, pero también la luz, el gas o la cesta de la compra. Sería muy fácil parar nuestros camiones, pero emplear esa vía no nos llevaría al destino que queremos, acabaríamos con más perdidas y perjudicando a la sociedad que tanto nos necesita.
¿Qué vamos a hacer entonces? Hacerle entender al Gobierno y a los cargadores que nuestra situación es insostenible y que necesitamos soluciones reales para evitar nuestra quiebra.
En primer lugar, debemos salir adelante poniendo en marcha las medidas logradas, hagamos uso de la cláusula de revisión del precio del transporte, digamos no a nuestro cliente cuando se niegue a pagar un precio justo y de una vez por todas hagamos valer nuestros servicios. Sé que no es fácil, que siempre nos acechan las dudas y los miedos, pero si lo hacemos empujando juntos, lo lograremos.
En segundo lugar, el Comité Nacional ya ha remitido al Gobierno un plan de ayudas para hacer frente a los precios de los combustibles, en el que se incluye la prórroga de la bonificación de los 20 céntimos hasta final de año, la suma de otros 20 céntimos al transporte profesional y nuevas ayudas directas por vehículo, por lo que esperamos que tengan en cuenta nuestras reclamaciones y tomen medidas al respecto. Esto unido a la Ley de la Cadena de Transporte en la que el MITMA y el CNTC estamos trabajando desde antes de la firma de los acuerdos, hará que podamos hacer que el sector no trabaje a pérdidas y cobre de manera justa por sus servicios.
Confía en el talante negociador de este Comité que tantas cosas positivas ha logrado para el sector durante años de trabajo, en nuestra disposición para buscar la solución que beneficie más a las empresas y autónomos de nuestro sector, porque por y para eso es por lo que trabajamos día a día.
Por favor, no caigamos en las prisas y los atajos y confiemos en el diálogo y el trabajo. No olvides que en nuestras organizaciones tienes un sitio al que acudir cuando estés perdido y no sepas qué hacer.
Tal y como rezaba el lema de nuestro Congreso, queremos construir juntos el futuro del transporte. Recuerda: Unidos somos más fuertes.