El Plan A del Ayuntamiento de Madrid tiene el objetivo, entre otros, de prohibir el acceso al área central de los camiones diesel (matriculados antes de 2014) a partir del año 2020. La Asociación de Empresas de Transporte de la Región Centro (Atradice), integrada en Conetrans, considera que el plan es “inviable, injusto e insolidario con el sector del transporte de mercancías“, en palabras de su director general, Jorge Somoza.

La Asociación de Empresas de Transporte de la Región Centro (Atradice) ha trasladado al Ayuntamiento de Madrid su oposición al Plan de Calidad del Aire y Cambio Climático (Plan A) que quiere poner en marcha el gobierno municipal presidido por Manuela Carmena. La asociación considera que es un plan “inviable, injusto e insolidario con el transporte de mercancías por carretera, obviándose la condición del transporte de mercancías como una actividad básica y fundamental para la ciudadanía (suministro de bienes de primera necesidad como medicamentos, alimentos o bebidas), así como para la economía en general”.

El argumento de Atradice se basa en el hecho de que, en su opinión, “el sector del transporte no puede asumir una renovación de flota de la práctica totalidad del parque de camiones y furgonetas a partir de 2020, ya que el plan prohibe el acceso al área central a camiones diesel destinados al transporte matriculados antes de 2005 a partir de 2019, y a los matriculados antes del 2014 a partir de 2020, a lo que se une la ausencia de oferta de vehículos ecológicos destinados al transporte de mercancías por parte de los fabricantes”.

Además, prosigue, “se genera una gran inseguridad jurídica, toda vez que la inversión es muy importante en este tipo de vehículos. Sin embargo, se prevé que a partir de 2020, se puedan modificar las condiciones de los vehículos para acceder al área central“.

Autorización nacional

Otro argumento de Atradice contra el Plan A del Ayuntamiento de Madrid es que “la actividad del transporte de mercancías por carretera está sometida a una autorización administrativa de transporte de ámbito nacional. Por ello, es preciso que los planes de calidad del aire sean supranacionales, a fin de establecer criterios homogéneos y unificados en todo el territorio nacional, teniendo en cuenta las diferentes circunstancias y particularidades de los municipios, estableciéndose una catalogación de municipios con problemáticas análogas“.

Para la asociación de transporte madrileña, si no se hace así “se corre el riesgo de que se generen efectos frontera dentro de nuestro propio territorio nacional, incluso autonómico, pues los requisitos exigidos en un determinado municipio pueden llegar a ser incompatibles con los exigidos en otro, lo que genera un serio problema de inversión en flota a nuestras empresas“.

El plan resulta insolidario porque es más exigente y restrictivo con el sector del transporte de mercancías por carretera que con el vehículo particular, resulta incoherente que una de las principales líneas de acción del plan sea reducir la intensidad del tráfico privado de vehículos motorizados y la promoción del transporte público, y se olvide que en el sector del transporte de mercancías por carretera existe la modalidad de servicio público y que este sector reduce los desplazamientos particulares, especialmente, a raíz del auge del comercio electrónico“.

Por último, el director general de Atradice afirma que “a pesar de ser un plan municipal, en el apartado referente a la renovación de flota se remite a líneas de ayuda a escala nacional. Sin embargo, para el transporte de viajeros se recoge de forma expresa una línea de ayudas de carácter municipal, que no se prevé para el sector de mercancías, el gran damnificado de este plan“.