Tal y como informamos ayer, el Servicio Catalán de Tráfico ha publicado este viernes en el DOGC la Resolución INT/2750/2021, de 9 de septiembre, por la que se modifica
la Resolución INT 332/2021, de 8 de febrero, por la que se establecen las restricciones a la circulación durante el año 2021.
Esta Resolución modifica el anexo B restringiendo la circulación de los vehículos o conjuntos de vehículos que superen los 7.500 kg de masa máxima autorizada (MMM)
o masa del conjunto (MMC) en la autopista AP-7 entre los puntos kilométricos 84.5, en Maçanet de la Selva, y 281.0, en L’Hospitalet de I’infant, entre las 17 y las 22 horas todos los domingos del mes de septiembre.
La CETM manifiesta su profundo rechazo a una medida cuya única utilidad será la de estigmatizar, una vez más, al transporte de mercancías por carretera.
Trànsit se escuda en las retenciones que tuvieron lugar el pasado fin de semana para establecer esta medida, a pesar de conocer que las aglomeraciones en la AP-7 se
generaron por el aumento de desplazamientos debido a la Operación Retorno de Verano y porque las concesionarias no han retirado todavía los pórticos de entrada a la autopista.
Ahora, en lugar de buscar otras soluciones más factibles, el Servicio Catalán de Tráfico pone en marcha esta prohibición a sabiendas de que los camiones no fueron
los causantes y sin importar que son los que principalmente han estado abonando el importe de los peajes durante su funcionamiento.
De esta manera, son las empresas de transporte las que tienen que pagar la falta de previsión y la dejadez de Abertis, así como la falta de rango de la Administración con la concesionaria.
En nuestra opinión, se trata de un pretexto que Trànsit ha utilizado para lograr que los camiones abandonen las autopistas, sin tener en cuenta que afecta a un sector
fundamental para garantizar el funcionamiento de la cadena de suministro.
Asimismo, esta norma no tiene en cuenta el impacto negativo que supondrá para las empresas del sector, incrementando sus costes, puesto que deberán mantener
inactivas sus flotas durante el horario restringido o planificar rutas más elevadas en cuanto a tiempo y dinero.
Desde la patronal del transporte abogamos por la búsqueda de otras soluciones que eviten este perjuicio y pedimos que esta medida que se ha establecido de manera
temporal no se convierta en una norma perpetua.