La Organización Internacional del Transporte (IRU), de la que forma parte la CETM, se ha unido al Consejo Europeo de Cargadores (ESC) y a Fuels Europe para reclamar que los combustibles neutros en carbono sean reconocidos como una solución a la descarbonización.
En una carta conjunta enviada al vicepresidente ejecutivo de la UE, Frans Timmermans, transportistas, cargadores y proveedores de energía han recordado que las cadenas logísticas “no deben ser objeto de un experimento que pueda poner en peligro la estabilidad del suministro” y, por ello, solicitan que la Unión Europea incluya los combustibles neutros en carbono en las próximas normas de CO2 (HDV) para vehículos pesados, de manera que sea una alternativa junto a la electrificación y el hidrógeno.
Las organizaciones recuerdan que, de la flota total de más de 6 millones de vehículos pesados utilizados para el transporte de mercancías en la UE, cerca de 2 millones de vehículos se utilizan en el transporte de mercancías de larga distancia y la gran mayoría tienen un motor de combustión interna que utilizan combustible líquido. Con esos vehículos se garantizan el suministro en todo el continente, incluso en los principales corredores alimentarios Sur-Norte y Este-Oeste.
Alcanzar la neutralidad de carbono en 2050 es un objetivo común, pero la Unión Europea debe tener en cuenta que es un riesgo en las rutas de largo recorrido cambiar completamente de la autonomía de conducción de 1.500 km de un camión de 40 toneladas de combustible líquido, a la autonomía de 300 km de un camión eléctrico, con una infraestructura de carga y una disponibilidad de red inciertas.
Además, en el documento señalan que la energía eléctrica requerida para recargar la batería de un solo camión grande es equivalente a la electricidad diaria necesaria para alimentar a más de 100 hogares.
Del igual modo, el hidrógeno también tiene limitaciones y, en la actualidad, muchas compañías de transbordadores prohíben el embarque de vehículos eléctricos y de hidrógeno por razones de seguridad.
Más ventajas de los ecocombustibles
• En la actualidad existen 124.000 estaciones de servicio de combustible líquido en toda la Unión Europa y todas serán capaces de suministrar combustibles 100% renovables.
• La disponibilidad de biomasa sostenible es más que suficiente para satisfacer la demanda de biocombustibles avanzados en la aviación, el transporte marítimo y el transporte por carretera.
• Los combustibles líquidos de origen no fósil están reemplazando progresivamente a los combustibles fósiles. Ya sea que provengan de biomasa (biocombustibles) o una combinación de CO2 reciclado e hidrógeno limpio, estos combustibles alternativos tienen una propiedad esencial en común: cuando se queman, solo liberan la misma cantidad de CO2 que se absorbió originalmente de la atmósfera. En otras palabras, no aumentan la concentración de CO2 en la atmósfera y, por lo tanto, pueden etiquetarse como “combustibles neutros en carbono”. Está claro que, en un enfoque del pozo a la rueda, se libera algo de CO2 durante la fase de producción de estos combustibles, pero lo mismo puede decirse de la electricidad y el hidrógeno.
Raluca Marian, directora de defensa de la UE de la IRU, advierte que “un alejamiento completo de la combustión, sin perjuicio de que esta también puede lograr el mismo objetivo, dependiendo de lo que se queme, solo puede calificarse como un experimento innecesario y arriesgado”.
Plataforma para la Promoción de los Ecocombustibles
Cabe destacar que Confederación Española de Transporte de Mercancías (CETM) forma parte de la Plataforma para la Promoción de los Ecocombustibles que, en la actualidad, agrupa a 28 organizaciones que reclaman la inclusión de los ecocombustibles como una vía más para la descarbonización.
Estos son sus objetivos principales:
• Dialogar con las administraciones.
• Divulgar las ventajas de los ecocombustibles.
• Difundir los avances en su investigación.
• Impulsar la competitividad de los sectores implicados.
Más información en: https://ecocombustibles.com/plataforma-de-ecocombustibles/