Madrid no dispone de los mínimos puntos de recarga para impulsar el vehículo eléctrico

Madrid carece de la infraestructura y de tecnología para impulsar la renovación ecológica del parque móvil

Los afectados por Madrid Central exigen la modificación del calendario de renovación de los vehículos industriales y turismos de Madrid

CETM-Madrid considera que estas carencias perjudican de forma especial al sector del Transporte de Mercancías por Carretera

Los madrileños deberán gastarse más de 9.300 millones de euros para cambiar sus vehículos particulares y adaptarse a los criterios exigidos por Madrid Central

Madrid, 24 de octubre de 2018. Cuando falta apenas un mes para la puesta en marcha de Madrid Central por el Ayuntamiento de Madrid, la Plataforma de Afectados por Madrid Central cree necesario iniciar una cuenta atrás abordando los defectos y problemas existentes en Madrid Central, y que hacen inviable su puesta en marcha con garantías. En primer lugar la Plataforma desea analizar los problemas y limitaciones que existen en cuanto a infraestructuras y tecnologías para impulsar una movilidad ecológica en la ciudad de Madrid.

CETM-Madrid, que forma parte de la Plataforma y que representa a empresas del sector del transporte de mercancías por carretera de la Comunidad de Madrid, considera que estas carencias, esas ausencias de infraestructuras para impulsar la movilidad ecológica perjudica de forma especial a nuestro sector. Es especialmente problemático que mientras al transporte se exijan importantes cambios ecológicos al mismo tiempo no se dote a la ciudad de Madrid de medios para el repostaje.

Respecto a las tecnologías necesarias para los vehículos industriales, no existen motores eléctricos para camiones de 12 toneladas y para los vehículos de menor tonelaje, la inversión es absolutamente inasumible con los tiempos de amortización actuales.

En primer lugar, hay que decir que Madrid carece en estos momentos de la infraestructura y de la tecnología necesaria para impulsar una movilidad ecológica y la generalización de los combustibles y energías renovables en su parque móvil.

Resulta llamativo que Madrid, que está impulsando uno de los Planes de Movilidad Sostenible más ambicioso de las ciudades de los países desarrollados, ni siquiera aparece en el ranking de las diez ciudades que cuentan con un mayor número de puntos de recarga para vehículos eléctricos, teniendo en cuanta factores como los puntos de recarga abiertos al público, la velocidad de carga, la distribución territorial, etc., según los cuales, Londres ocupa la primera posición con una puntuación de 10:

1- Londres 10 puntos

2- Ámsterdam 9,63 puntos

3- Rotterdam 8,73 puntos

4- Berlín 8,24 puntos

5- Hamburgo 7,2 puntos

6- Oslo 6,82 puntos

7- Nueva York 5,51 puntos

8- Lisboa 3,76 puntos

9- Múnich 3,51 puntos

10- Barcelona 3,3 puntos

21. Madrid 1,55 puntos

Cuando se trata de impulsar un profundo y radical cambio de cultura de la movilidad los puntos de recarga no forman parte del paisaje urbano de la ciudad, al contrario que en otras ciudades en los que la ciudadanía está ya acostumbrada a ver vehículos estacionados cargando sus baterías en la vía pública en los postes de recarga. En definitiva, Madrid no está preparada para impulsar el vehículo eléctrico.

Respecto a los vehículos a gas, Madrid solo dispone de 8 puntos de suministro de gas natural comprimido (GNC) para automoción, ninguno de los cuales está ubicado en Madrid Central. Además, los vehículos a gas no están catalogados con una etiqueta medioambiental “cero emisiones”, con lo que su duración y reconocimiento oficial como vehículos ecológicos no está garantizada.

En el terreno de la “hibridación”, la modificaron de los motores diesel de los camiones incorporando el motor eléctrico y/o el gas, no garantizan la homologación del vehículo una vez realizada la adaptación.

En cuanto a la necesaria renovación de las flotas, el calendario impuesto por Madrid Central, es absolutamente inasumible teniendo en cuenta que antes de 2023 el 89,05% de la flota de vehículos dedicados a la distribución urbana, y el 77,16% de los vehículos destinados al servicio a domicilio, deberían sustituirse para poder operar en Madrid Central, lo que supone la sustitución de un total de 23.000 vehículos con un coste de unos 1.300 millones de euros.

A nivel de los vecinos y residentes de Madrid, el 18% del parque móvil carece de etiqueta medioambiental por lo que un total de 373.501 vehículos deberían sustituirse antes de febrero de 2019 para poder circular por Madrid Central, lo que supondría un desembolso para los madrileños de 9.300 millones de euros.

En definitiva, ni por tecnología ni por infraestructuras, Madrid es capaz de un cambio tan drástico en los sistemas de movilidad con un calendario tan precipitado e improvisado como que el pretende implantar Madrid Central, lo que hace necesario repensar los criterios y el calendario de renovación de las flotas, supeditado a los avances tecnológicos que en estos momentos se están produciendo, pero que carecen de la unanimidad científica de los mismos.

Comunicación CETM-Madrid: Justino Sanchón

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Oficina de Coordinación campaña Manifiesto Madrid Central: Jesús Martínez

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